Yo, neurótica

¿Dicho y hecho?

Qué frustrante cuando te das cuenta de lo patética que una persona puede llegar a ser... y más frustrante aún cuando esa persona sos vos mismo. A continuación paso a ejemplificar:

Sábado 12
Contexto: cumpleaños de amiga.

Amigametepúa:- ¡No sabés, conocí EL chico para vos! Es re lindo, aparte le gustan las películas argentinas como a vos.

Julianasuperada:- ¡Uy, presentámelo! ya fue, que se joda el otro tarado por no haberme llamado más.

Lunes 14
Contexto: momento de relax laboral.

Compañeradetrabajo:- ¡Me encanta como te queda el corte que te hiciste!

Julianasuperada:- ¡Gracias! Viste que en parte es cierto eso que dicen que te cambiás el look cuando terminás definitivamente una relación. Yo decía que no, pero es así, me agarró la locura el sábado y me lo corté. Borrón y cuenta nueva.

Martes 15
Contexto 1: Charla telefónica con amiga.

Amigatanteandoterreno: -¿Supiste algo de Federico en estos días?

Julianasuperada:- No, no supe nada ni me importa. ¿Sabés como le voy a cortar el mambo si me llama, no?

Contexto 2: Charla en colectivo con ex compañera de profesorado.

Excompañerainoportuna:- ¿Y, seguís con el chico ese que te esperaba en la puerta todos los lunes?

Julianasuperada:- No, no sigo más con ese tonto. Era un tarado, ya fue. Ahora estoy sola y la verdad que no podría estar mejor.

Miércoles 16
Contexto: Charla por msn con amigo.

Amigooportunista:- Ahora que estás en libertad de nuevo, nos tenemos que ir un finde a tomar unas birritas por ahí a ponernos al día. ¿No te parece?

Julianasuperada:- Sí, más vale. Ahora no entiendo cómo le podía dar bola al bobo de Federico cuando me hacía escenitas de celos si iba a verte. Era una tonta...

Hoy
Contexto 1: Mañana, en casa.

Madreilusa:- ¿Por qué vas a volver tan tarde? ¡Ah, claro! ¿te va a buscar Fede? ¿Volvieron?

Julianasuperadísima:- No, nada que ver. No volví ni pienso volver con ese. Mejor andá desacostumbrándote a ese yerno, má, porque ya fue definitivamente.

Contexto 2: Hace instantes, en casa.

Madrecompasiva:- Juli, ya se te enfrió toda la polenta. Hace media hora que te estaba llamando para comer.

Julianapatética:- Bueno, pasa que estaba hablando con Fede que me llamó para verme el sábado. Si pido turno mañana bien temprano, ¿decís que la depiladora me va a hacer un lugar para ir mañana a la tarde?


¿Por qué será que reaccionar sin pasar previamente por la cabeza, puede convertirte en un ser absurdo e incoherente?



Linda semanita

Esta semana no sé que me pasó, estuve muy histérica, ofuscada, insoportable, fastidiosa, etc. Me parece que en un promedio de 80 veces habré dicho o pensado la palabra "odio" (lo peor es que creo no exagerar). Pero hay cosas que me parece que un poco razonables son:

ODIO descubrir mientras me estoy duchando que hay un montón de shampoo y acondicionadores, pero ninguno con su contenido,

ODIO que me usen el peine que con tanto recelo guardo y encima lo llenen de caspa,

ODIO que mi casa esté llena de tuppers y ninguna tapa,

ODIO salir de casa tarde y ver pasar dos colectivos juntos y vacíos en la cuadra de enfrente,

ODIO la consecuencia que eso trae: esperar '20 o más a que llegue otro y cuando al fin sucede, hay tanta gente que es imposible encontrar siquiera de donde agarrarse,

ODIO cuando estoy muerta de hambre en un lugar en el que me siento incómoda; nos ofrezcan algo a la persona que está conmigo y a mí, y por pudor quien me acompaña dice que comparte la mitad conmigo y me termina dejando un bocadito,

ODIO que cuando leí todo el material para la fecha, habiendo para eso resignado 3 horas de sueño, el profesor posponga la puesta en común porque nadie más leyó,

ODIO tener un montón de medias, pero la mitad de ellas con su par extraviado por ahí,

ODIO cuando tengo que ir a un lugar presentable y recuerdo que la camisa esa que queda bien con todo se la presté a mi amiga hace más o menos un mes,

ODIO que después de ese mal trago, me disponga a pintarme muy apurada y por dicho apuro se me cae el delineador aplastándose la punta contra el piso,

ODIO ponerme a ordenar los cajones de mi ropa y encontrar una de sus remeras, cuando había pasado casi las 24hs sin tiempo para pensar en él,

ODIO ir corriendo al teléfono a la hora en la que él siempre me llamaba y que sea otra puta encuesta de televisión.

En resumen, descubrí tantas cosas de la vida cotidiana que detesto, cuando siempre creí que me daban lo mismo... ¿será hormonal?

Un hasta luego que no va a ser

Pensaba en dar de baja a este espacio, porque como dije en la ocasión anterior "¿para qué? no sé..." Lo usé a modo de descarga, pero ahora reflexiono y digo: ¿por qué usarlo cual objeto sexual de una sola noche? Es por eso que resuelvo no dejarlo en desuso y mantenerlo como un espacio de catarsis. Pero no solo mío, no no, sino de todo aquel que entre y se anime. Así como leyó, ¡entre y haga su descarga! es gratuita, así que LIBÉRESE. Ni Juan Ramón Blogspot ni yo le reclamaremos nada.
Al fin y al cabo es una forma sana de descargar la neurosis del día a día, ¿o no?

Un día para el olvido

Ante la imágen patética de verme comiendo la séptima madalena como si fuera el último día de mi vida, decido canalizar la angustia que eso me provoca escribiendo.

Hoy fue un día verdaderamente improductivo: me levanté arrastrando los pies cual vaca desganada a las 10 AM después de haber pospuesto la alarma del celular unas tres veces: dígase, media hora. Me pregunto en qué pensaba el día que dije "¡No hay nada más pila que despertarse con Village People!"... en fin... Me siento a la mesa ya deprimida de acordarme de todo lo que tenía que hacer después. Tantas cosas que ya era una pérdida de tiempo sentarme a tomar el café con leche de siempre y las galletitas de agua con gusto a rutina. Era muy al pedo hacerlo hasta que las vi. Puedo asegurar que me rogaban que las devorase. No pude más que hacerles caso, así que me dispuse a engullir una madalena tras otra fracasando los intentos de la culpa de hacerme frenar a la primera o a la segunda. Lo más angustiante fue al levantar la vista y ver la hora. Sabía que me iba a hacer perder el tiempo sentarme a desayunar y leer el suplemento de espectáculos, pero no me imaginé que desperdiciaría UNA HORA Y MEDIA leyendo sobre el pelotudo de Fort. Una hora y media en la que podría haber terminado la monografía para el profesorado que nunca empecé. Bueno... en realidad tampoco soy Flash Gordon, pero por lo menos supongo que podría haber hecho unas paginitas... algo. En momentos como este amaría ser estudiante de filosfía para poder reflexionar sobre lo efímero del tiempo y, de esa manera, poder entender si es realmente así o solamente tiene problemas personales conmigo.

Con la vitalidad de una tortuga invernando, me senté en la computadora para empezar a tipear. Obviamente que primero, la tarea de rigor: entrar a gmail con el deseo iluso de encontrar un mail de mi profesora diciendo que no iba a clases; y si digo "iluso" es porque la racha nunca va a cambiar aparentemente. Otra cosa que no puedo cambiar es la tendencia de mierda que tengo de autoflagelarme emocionalmente... ¡es de terror! La nueva: se ve que el día nublado me pegó para el lado de releer mails viejos de mi novio (¿debo decir "novio" o debo decir "ex"?, ¿cómo se le dice cuando te vinieron con el temidísimo "necesito un tiempo para pensar"?) Mails paupérrimos del tipo
"Gordita, hoy tengo re poco laburo, estoy aburrido. No puedo dejar de pensar en las ganas que tengo de verte, hace varios días que no nos vemos y te extraño. Te parece que nos veamos mañana a las 22hs.? tengo 2x1 para el cine y dan 300, que dicen que está buenísima. Bueno gordi, te extraño y te amo mucho. Besos reina". Bueno... a ver a ver, recapacitemos... primero: Flaco, tenés que estar aburrido para pensar en mí??? Segundo: ¡si me extrañas porque pasaron varios días sin vernos, por lo menos careteámela! ¿no veías que la boluda te extrañaba siempre, desde que entraba en casa sola a cuando cerraba la puerta si te ibas? Deprimente. Tercero: ¿2x1? out, out, out!!! Cuarto: ¿tanto preámbulo para convencerme de ir a ver una película bélica? esas lamentables de héroes yankies y contrincantes de razas etiquetadas de inferiores... por favor, en qué estaba pensando??? Pero lo más vergonzoso de todo fue mi respuesta, ni me acordaba de esto: Pipito, (patética) yo también te extraño mucho mi amor no sabés cuanto. Dale, mañana pasame a buscar y vamos!! Busqué críticas de la peli en internet y no son muy buenas, pero no importa amor, vamos donde vos quieras (ah bueh...), después arreglamos bien por cel! Te amo mucho hasta el cielo, Pipi (ufff...) Besotes amor!! muack (en fin...). Así como este mail, seguí viendo otros igualmente deprimentes. Lo bueno que pude sacar es que por lo menos ahora me están empezando a brotar sentimientos de bronca hacia él, empiezo a agudizar la mirada en sus defectos, lo cual es genial! ya estoy casi preparada para no llorar cuando nos juntemos a hablar para definir la situación.

A todo esto, vi que ya eran las 12.30 hs. del mediodía. Había perdido la mañana pelotudeando. El minuto que me tomé para cada cosa resultaron ser medias horas; así que al fin me dispuse a hacer la monografía... no tenía idea de cómo empezar, escribí cinco comienzos diferentes para la introducción, pero al no convencerme ninguno, borré todo y a la mierda. Me fui a bañar para "despejar la cabeza" (¡de qué, si no hice nada mentalmente desgastante!). Perdida otra media hora, ya que no estoy adentrada en la destreza de bañarse en '5, me fui corriendo a la heladera para comer algo rápido porque en menos de una hora me tenía que ir a cursar como todos los benditos días. Como de costumbre nada, sólo fiambre transpirado. Ya fue, no daba el tiempo para sacar algo del freezer y cocinar, así que me hice unos sanguchitos. Mientras comía dandole un poco de placer a mi existencia, maquiné otra vez y, como siempre, me acordé a último momento que para la materia de hoy tenía que llevar un trabajo re complicado ¡¡¡Aggggrrrr cómo colgué!!! De inmediato, empecé a buscar excusas medianamente decentes para ser exonerada, pero de solo imaginarme la contestación irónica de la profesora (que tiene de forma bastante recurrente) las descartaba una a una. Cuando quise ver, se había puesto el cielo negro como para tormenta... dije "Ya está, clarísima la señal". No armé nada el bolso y me quedé en casa. Al principio experimenté esa sensación buenísima de lo heroico, ¡qué poder de decisión! (dado que tengo límite de faltas).

Pensé "Voy a aprovechar que no fui, para hacer toda la monografía", pero pasando las horas la culpa empezó a emerger, porque como no podía ser de otra manera, no solo no la hice, sino que no hice nada en absoluto: miré Rial; bajé a Alberto, mi perro salchicha, antes de que lloviera; estuve una hora al teléfono escuchando la catarsis de una amiga; después merendé largo y tendido. Entonces me reté introspectivamente "Andá ya a hacer el trabajo, larva humana, faltaste y no hiciste un carajo." Pero esa vil manipulación mental no dio sus frutos. No hubo caso... me senté, divagué y me puse a escribir esto... para qué, no sé. Y bueno, me estoy dando cuenta de cómo perdí estúpidamente el día entero, y la sensación de culpa se instaló definitivamente. El llamado nocturno de mi novio no va a llegar por razones obvias, así que se va todo a la mierda. Me fui a dormir, chau.